El inicio del fin. La historia de Germán, de Laura Márquez García

Hoy os traemos un relato sobre uno de los personajes de Sucedió en Ibiza, de Laura Márquez García.

Esta novela fue la ganadora del concurso de Kamadeva en 2020 y aunque es una novela corta, la historia es muy potente y estamos seguros de que te encantará.

Este relato es la historia de uno de los personajes, Germán. No contiene muchos spoilers, así que la puedes leer tranquilamente y luego leer la novela que puedes ver en nuestro catálogo:

Sucedió en Ibiza

 

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La reunión de aquel viernes marcó un punto de inflexión en la vida de Germán de la Fuente.
Después de cinco años trabajando para el fondo de inversión, jamás había imaginado poder llegar a intimar asta tal punto con una clienta.
A pesar de que, cuando entró a formar parte de aquel equipo de profesionales él era un hombre soltero,
su trayectoria profesional era mucho más importante que la personal, y nunca quiso que ambos aspectos se mezclaran. Su imagen siempre había sido impecable en la empresa, en la que ni siquiera comentaba si salía con alguna chica o no.
Cuando conoció a Elena, enseguida se dio cuenta de que aquella chica era especial. Viva, risueña, inteligente, extraordinariamente bella, graciosa y divertida. Trabajaba en uno de los mejores bufetes de abogados de Madrid, cuyo socio principal era, precisamente, un buen amigo suyo. Se relacionaba, además, con otros conocidos de la hípica y, absolutamente todos y cada uno de ellos, tenía un buen concepto de aquella jovencita.
Elena le hizo siempre la vida fácil, vivir junto a ella era una auténtica maravilla, y jamás soñó con nada
mejor. Pero entonces Susana se cruzó en su vida.
Susana Fernández, hija del importante empresario Federico Fernández, estaba comprometida con un famoso jinete cuando empezaron a tratarse. Debían reunirse durante horas, día tras día durante semanas, para tratar la venta de unos edificios de oficinas propiedad de su padre.
Poco a poco, y sin darse cuenta, aquella relación profesional se fue convirtiendo en una relación personal.
Cada día le apetecía más a Germán comer con aquella chica que, sin llegar a ser la más guapa que hubiera
conocido nunca, ni la más inteligente, ni la más divertida ni mucho menos la más atractiva, había despertado en él un interés inusual. No tenía claro si ella estaba empezando a sentirse atraída por él, pero parecía estar muy cómoda a su lado, tanto incluso, que algunos días a ambos se les hacía dura la separación después de una larga jornada de trabajo con comidas, cafés, cenas y copas, todo incluido.
Por eso, cuando al finalizar la reunión de aquel viernes, después de llevar una semana apenas sin dormir,
sintiendo que el cuerpo de Elena le sobraba en la cama, que su perfume le asfixiaba y que sus besos le intoxicaban, Susana le dijo que necesitaba hablar con él en privado, su corazón se aceleró y sintió que algo muy mportante estaba a punto de suceder en su vida.
–No sé por dónde empezar, Germán, pero siento que necesito hablar contigo, necesito decirte lo que siento porque creo que si no me voy a volver loca –le dijo mientras se cubría la cara con ambas manos en un gesto de desesperación.
–Yo creo que te entiendo perfectamente.
Se miraron a los ojos directamente, explicándoselo todo con aquella mirada, y se fundieron entonces en un abrazo eterno. Susana lloraba en su hombro con los ojos bien cerrados, apretando los párpados fuertemente para no ver la realidad que rodeaba aquel instante.
–Hablaré con Elena esta misma noche. No me gustaría que algo tan puro como lo que siento por ti empezara con engaños y secretos. Necesito salir de mi casa esta misma noche ahora que sé que lo nuestro va a
funcionar.
–Yo también hablaré con Tomás, pero no va a ser fácil. Este sentimiento es difícil de explicar, es difícil de
entender. Creerá la gente que llevamos tiempo juntos, que les hemos sido infieles.
–Me da igual lo que piense la gente. Yo quiero hacer las cosas bien, y tú y yo sabremos que lo hemos hecho
bien, a pesar de lo que digan de nosotros.
–Hablarán de nosotros, Germán. Soy Susana Fernández, estoy prometida con Tomás Delval, mi padre
es Federico Fernández y mi madre está siempre en las revistas del corazón rodeada de sus amigas de la alta sociedad.
–Superaremos eso, superaremos todo lo que se nos ponga por delante.
Tras aquella conversación, Germán se plantó en su ático del Paseo de la Habana, compartido con Elena
desde hacía ya un tiempo, decidido a tener una conversación con ella. No quería hacerle daño, todavía la
quería, pero quería ser lo más breve y conciso posible, sin rodeos, sin darle tiempo a preguntar ni a romper a llorar, no lo soportaría.
De aquella manera, acabaría con los sueños de Elena, con su perfecta e ideal vida sin problemas ni complicaciones, y daría pie a toda una serie de acontecimientos que cambiarían su existencia por completo.

¿Te has quedado con ganas de saber qué le pasa a Elena? ¿Conocerá al amor de su vida ahora que Germán ha roto con ella?

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