Entrevista con nuestra correctora, Carol Libenson

Encontrar buenos profesionales que comprendan al autor, que lo mimen y que realicen su trabajo de maravilla, que conecte con los objetivos y valores de la editorial…., no es una tarea fácil.

En nuestro caso, contamos con varios profesionales, entre los cuales está Carol Libenson, y para que la conozcáis un poco más, le hemos hecho esta entrevista.

Cuéntanos un poco sobre ti, ¿de dónde eres?

Soy de distintos lugares y de ninguno. Pertenezco a la tercera generación de rusos que emigraron a América, mis padres nacieron en Argentina, yo en Venezuela y ahora también soy emigrante con residencia (más o menos fija) en Uruguay.

Mi abuela paterna me legó ¼ de sangre española que se salpimentó con la crianza de mi padre en México. Resultado: un cóctel de sangre e idiosincrasias. Si fuera un árbol, mis raíces serían larguísimas.

Por momentos me siento muy argentina (por ejemplo, durante el mundial de fútbol), a veces muy venezolana (¡amo el trópico y el Caribe!), en ocasiones me identifico con España (además, tengo dos hijos españoles) y México está en el picante que nunca falta en mi plato (también puedo ser más sentimental que una ranchera). Y cuando estoy a la orilla del Río de la Plata, en mi Uruguay adoptivo, me siento totalmente identificada con su paisaje y energía.

Supongo que eres una lectora asidua, ¿Qué te lleva a dar el paso de convertirte en correctora profesional? 

La manía. Tengo vista de águila para los errores ortográficos; desde siempre me saltan a los ojos, se me ponen en negritas. Pero como sabemos que corregir no se limita a la ortografía, te doy la respuesta larga:

Años de lectura y estudios de periodismo que ordenaron mi capacidad de redacción; años escribiendo por encargo y por placer, mi cercanía con escritores y editores… Una cosa fue dando paso a otra y me encaminé hacia esta profesión que disfruto muchísimo pues me permite (y me exige) ser tan detallista y criticona como me gusta.

¿Qué aconsejarías a las personas que quieren dedicarse a la corrección profesional?

Leer mucho, pero no solo por estudio, sino (sobre todo) por placer y curiosidad; adquirir cultura general y desarrollar la comprensión lectora. También hay que estudiar siempre y actualizarse en ortografía y ortotipografía, y tener mucha paciencia y más humildad. Siempre respetar a los autores y a los lectores y dar lo mejor en cada revisión y corrección.

Y nunca dejar de aprender. Todavía no he corregido un texto del que no haya aprendido un montón, y espero que siempre sea así porque es lo más bonito de esta profesión.

¿Cómo abordas un trabajo? ¿Cuál es tu metodología?

Hago una lectura somera para hacerme una idea del reto: extensión, tema, tono y principales detalles a atender; así como para calcular los días que me llevará. Luego, durante la lectura detallada, voy haciendo los ajustes pertinentes (ortografía, ortotipografía, léxico, sintaxis, puntuación, tono). No miento si digo que consulto los diccionarios cientos de veces y que la más mínima duda activa todos mis recursos para intentar aclararla. Me gusta tomar en cuenta la nacionalidad del escritor, los acentos lingüísticos (del autor y de los personajes).

En ese proceso voy tomando notas al margen con sugerencias y/o propuestas de reescritura de fragmentos (para consideración del autor casi siempre, y otras para mi propio consumo).

Esto, que llamo “entrega preliminar”, se envía al autor y espero su retroalimentación para pulir detalles y releer con ojos nuevos y cabeza fresca.

En fin, son muchas horas de dedicación antes de repasar el texto con el corrector automático de Word y decidir si sus sugerencias son válidas (¡cuánto cuidado hay que tener con esto!) y agradecer que esta herramienta detecte las erratas que se han escondido a mis ojos (o que han hecho los duendes de imprenta cuando me he descuidado).

¿Qué aconsejarías a los autores, desde tu punto de vista de correctora, a la hora de escribir una novela?

Esto es muy difícil de decir. Me atrevo a hacerlo como puedo atreverme a darle recomendaciones a un chef para que la comida le quede más sabrosa (aunque yo no sea buena cocinera). Y es que yo no he escrito nunca una novela. Sí he escrito poesías, rimas, reportajes, cuentos, entrevistas, ensayos, monografías, artículos, onomásticos, cartas y hasta obituarios, pero no una novela.

En general: que los diálogos sean productivos y que los incisos permitan avanzar y no para repetir lo que ya está en el texto.

¿Cuáles son los errores más frecuentes que sueles encontrar entre los autores?

Creo que lo anterior responde a esto. Algún que otro autor incluye diálogos más como una obligación que como parte integral de la narración.

Lo que es ortografía, puntuación y ortotipografía… creo que para los escritores no son necesariamente “errores”, sino detalles que se pasan por alto para no interrumpir el proceso creativo, el flujo de las ideas. Esto último es, definitivamente, en lo que deben enfocarse un escritor.

¿Cuál es el autor o autora que más admiras, sin importar época?

Sería esnob no reconocer que mi autor favorito es también muy popular: Gabriel García Márquez.

Si me permites añadir gente a la lista: Andrés Eloy Blanco, Orlando Araujo, Eduardo Galeano, Mario Benedetti, Camilo José Cela, Marcos Agunis, Mario Vargas Llosa, Mario Levrero, Isabel Allende, Dominique Lapierre, Irving Stone, Khaled Hosseini, Javier Moro, Milan Kundera… La condición es que logren conmoverme y todos ellos lo han hecho de manera muy profunda.

Y si valen también los autores de canciones, Joaquín Sabina y Juan Luis Guerra, aunque cantan lo que todos, lo cuentan como nadie.

¿Con qué autor o autora sería tan genial trabajar, que pagarías por corregir uno de sus manuscritos?

Sería un honor trabajar con textos de cualquiera de ellos. He tenido la fortuna de revisar la edición de Cuentos cansados (Mario Levrero) de la editorial uruguaya Amanuense.

Para finalizar, ¡cuéntanos lo que quieras!!

Soy una enamorada de las plantas, los perros, las abejas, las huertas, la comida, la playa, el trabajo bien hecho y el ocio muy disfrutado. La vida me hace regalos constantemente y la amistad es uno que nunca podré terminar de agradecer. Y ya paro, para no aburrir (más).


 

Nos ha encantado conocer un poco más a fondo a Carol, Y tú, ¿Qué opinas? ¿Te gustaría conocer a otros profesionales? ¡Déjanos tus comentarios!

2 comentarios

Yolanda Pallas

Muchas gracias, América. La verdad es que cuando se trabaja con buenos profesionales, todo sale bien!! Un abrazo!

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