Tus expectativas a la hora de escribir, por Annabeth Berkley

Nuestra autora y coach profesional nos ayuda a darnos cuenta de las expectativas que tenemos como autores. Seguro que encontrarás consejos útiles, tanto si escribes, como para cualquier otra profesión.

Disfruta del artículo.

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Querido escritor:
Hoy quiero que explores tus expectativas a la hora de escribir, o, mejor dicho, tus expectativas a la hora de
publicar. Escribir, hay muchas personas que escriben. Personas que publican no hay tantas, aunque a veces, pueda parecernos que sí. Y eso es lo que quiero que nos planteemos hoy, más que nada porque, reconocer y aceptar las expectativas que tenemos al respecto, nos puede ahorrar o evitar muchas decepciones y frustraciones.
Por cierto, vamos a hablar de ello, al margen de que publiques con editorial o hayas optado por la autopublicación.
¿Qué esperas que suceda con tus libros cuando los terminas? ¿Esperas que se convierta en Best Sellers nada más publicarlos? ¿Esperas que todos los lectores te lean inmediatamente? ¿Qué te dejen reseñas positivas? ¿Que se los recomienden a sus amigos o incluso los compartan por las redes sociales?

Hay quien dice que no se puede evitar tener expectativas. Realmente es lógico que te hagas ilusiones con
aquello que estás haciendo. Si a ti no te ilusiona tu proyecto es mejor que le des un repaso antes de que vea la luz. Más que nada porque es la ilusión lo que muchas veces motiva a los escritores para seguir adelante en esta “carrera de fondo” que puede considerarse el mundo literario.
El problema al respecto de estas expectativas creo que surge cuando estas no son reales o lógicas. No seré yo quien te diga que no sueñes, porque soy de las que cree que los sueños pueden hacerse realidad, pero lo bueno es reconocer cuando un sueño es un sueño (y si se cumple ya lo celebrarás a lo grande, y si no se cumple, pues bueno… soñar no costaba nada).

¿Cómo te sueles sentir cuando tus expectativas no se cumplen? Pues como cualquier otra
persona en cualquier aspecto de su vida que no ha funcionado como esperaba.
Te sientes frustrado, desilusionado, triste, apático, a veces hasta enfadado con quien te ha ignorado… ¿Te
suena?
Como escritor, ¿qué consecuencias tiene esto? Pasas tiempo sin volver a escribir, escribes sin ilusión, empiezas a creer que no vales o que tu obra no es tan buena, empiezas a prestar atención a otras actividades dejando la escritura en un segundo plano… incluso hay quienes abandonan directamente.
¿Te merecías un desenlace así? ¿Tus obras se merecían esto? Pues claro que no.

“Encuentro que mi vida es mucho más fácil cuanto más bajo mantengo
mis expectativas”.
Bill Watterson.

¿Qué podemos hacer al respecto? Reconocer y aceptar las expectativas que tenemos. No hace falta que las hagas públicas. Basta con que explores y aceptes lo que sea que descubras.

¿Repasamos expectativas comunes entre los escritores?

*Pensar que podemos vivir de nuestros libros. Aunque cuando entras en ese mundillo te das
cuenta de que no es oro todo lo que reluce, hay algunos escritores que sí que lo han conseguido. Pero ¿Cuál suele ser la realidad? Que las regalías que se cobran de las editoriales no son muy altas, y mantener ingresos constantes y altos con la autopublicación tampoco es sencillo.

*Pensar que con escribir un libro vamos a triunfar. Depende lo que signifique triunfar para ti. Si
triunfar es publicar un libro como orgullo personal y por esto de “tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro”, pues ¡enhorabuena, has triunfado! Pero triunfar también puede significar ganar mucho dinero con las ventas de los libros, y personalmente no conozco a nadie que lo haya conseguido con un solo libro. Escribir un libro puede hacer que te sientas un escritor, que te otorgue notoriedad, que te dé cierto prestigio en un nicho determinado, que aporte valor a tu marca personal…, pero escritores con un solo libro hay muchísimos.
Con veinte, ya hay menos. Pero, haz números. ¿Cuánto dinero estás ganando con un libro? Multiplícalo por veinte. Entonces quizá esos números te hagan sentir que triunfas.

*Pensar que todos los lectores van a querer leer nuestro libro. ¿Sabes cuántos libros se publican
cada mes, tanto en editorial como autopublicado? ¿Puedes imaginar cuántos libros hay en el mercado?
En ambos casos la respuesta es más o menos: “una barbaridad”. A ver, que quien te conozca o te haya leído
con anterioridad, es probable que te compre el libro, no todo es tan negro, pero tienes que saber que la personas, en general, tienen otras preocupaciones en la cabeza como para estar pendientes de cuando publicas un libro.

*Pensar que tu libro se posicionará solo y sin ayuda en el mercado editorial. Ya te he comentado
que son muchísimos los libros que se publican y autopublican cada mes, y eso dificulta que tu libro
sea el primero que vean aquellos que entren a una librería física u online. Lo cierto es que, aunque haya una editorial apoyándote, vas a ser tú quien tenga que promocionarlo. Tu libro tendrá que destacar, llamar la atención de posibles lectores, y para ello, además de avisar a tus amigos y contactos de su publicación, tendrás que empezar a moverlo incansable (y acompañándolo de buen contenido) por todas las redes sociales que puedas. Lo cierto es que los autores solemos creer que nuestro trabajo acaba cuando terminamos de escribir nuestro libro… pero es entonces cuando realmente empieza.

*Pensar que todas las reseñas y valoraciones que te hagan serán positivas. Tu libro puede estar muy bien escrito y contar una bonita historia, pero no es una moneda de oro como para gustar a todo el mundo. Habrá personas, más de una, que no valoren tu esfuerzo, tu dedicación, tu estilo al escribir, tus miedos superados, tu valentía al exponerte, y dejarán públicamente y por escrito una opinión negativa sobre él. En el mejor de los casos te darán una explicación de por qué no les ha gustado y podrás utilizarlo, si te apetece, como una crítica constructiva y mejorar, pero tampoco suele ser el caso. Vas a recibir reseñas de todo
tipo. Piensa que los lectores se hacen sus propias expectativas sobre las novelas que leen, que cada uno tiene sus gustos, que opinar sobre todo está sobrevalorado, que la empatía hacia los escritores y en general hacia las personas, en muchos casos, brilla por su ausencia…. Y has de estar preparado para esto.

¿Has identificado alguna de estas expectativas? ¿Qué opinas al respecto? ¿Tienes otras diferentes? Nos
encantará que nos las comentes.

“Las mejores cosas de la vida son inesperadas porque no había expectativas”.
Eli Khamarov

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¿Quieres conocer a la autora Annabeth Berkley? Visita su página:  https://www.kamadevaeditorial.com/autores/annabeth-berkley/

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